viernes, 13 de marzo de 2009

SECCION 8

Condiciones microestructurales en el contexto de trabajo de los enfermeros.

Para iniciar el abordaje de las condiciones microestructurales del contexto de trabajo de los enfermeros, los autores consideran prioritario considerar las 45 acciones enunciadas por Henz Leymann en los 80, basados en la experiencia realizada en talleres, sobre las reacciones que causa sobre los enfermeros la simple enumeración de las acciones, puesto que todos conocen y saben de que se trata pero no han tenido la oportunidad de darle un enfoque diferente al de la “naturalización”.

Leymann define acoso como la reiteración y continuidad en el tiempo de una o varias de las 45 actuaciones hostiles que reúne el LIPT- Leymann Inventory of Psychologial Terrorization.

A) Actividades de acoso para reducir las posibilidades de la victima de comunicarse adecuadamente con otro, incluido el propio acosador:

1. El jefe o acosador no permite a la victima la posibilidad de comunicarse

2. Se interrumpe continuadamente a la victima cuando habla.

3. Los compañeros le impiden expresarse.

4. Los compañeros le gritan, le chillan e injurian en voz alta.

5. Se producen ataques verbales criticando trabajos realizados

6. Se producen críticas hacia su vida privada.

7. Se aterroriza a la victima con llamadas telefónicas...

8. Se lo amenaza verbalmente

9. Se lo amenaza por escrito

10. Se rechaza el contacto con la victima (evitando el contacto visual, mediante gestos de rechazo, desden o menosprecio, etc.)

11. Se ignora su presencia, por ejemplo dirigiéndose exclusivamente a terceros, como si no lo vieran o no existiera.

B) Actividades de acoso para evitar que la victima tenga la posibilidad de mantener contactos sociales.

12. No se habla nunca con la victima.

13. No se le deja que se dirija a uno.

14. Se lo asigna a un puesto de trabajo que le aísla de sus compañeros

15. Se prohíbe a sus compañeros hablar con el

16. Se niega la presencia física de la victima

C) Actividades de acoso dirigidas a desacreditar o impedir a la victima mantener su reputación personal o laboral.

17. Se maldice o se calumnia a la victima

18. Se hacen correr rumores orquestados por el acosador sobre la victima

19. Se ridiculiza a la victima

20. Se atribuye a la victima ser una enferma mental

21. Se intenta forzar un examen o diagnostico psiquiátrico

22. Se fabula o inventa una supuesta enfermedad de la victima

23. Se imitan sus gestos, su postura, su voz y su talante con vistas a poder ridiculizarlos

24. Se atacan sus creencias políticas o religiosas

25. Se hace burla de su vida privada

26. Se hace burla de sus orígenes o de su nacionalidad

27. Se le obliga a realizar un trabajo humillante

28. Se monitoriza, anota, registra y consigna inequitativamente el trabajo de la victima en términos malintencionados.

29. Se cuestionan o contestan las desiciones tomadas por la victima

30. Se le injuria en términos obscenos o degradantes

31. Se acosa sexualmente a la victima con gestos o proposiciones

D) Actividades de acoso dirigidas a reducir la ocupación de la victima y su empleabilidad mediante la desacreditación profesional.

32. No se le asigna a la victima trabajo alguno

33. Se le priva de cualquier ocupación, y se vela para que no pueda encontrar ninguna tarea por si misma

34. Se le asignan tareas totalmente inútiles o absurdas

35. Se le asignan tareas muy inferiores a su capacidad o competencias profesionales

36. Se le asignan sin cesar tareas nuevas

37. Se le hace ejecutar trabajos humillantes

38. Se le asignan tareas que exigen una experiencia superior a sus competencias profesionales

E) Actividades de acoso que afectan a la salud física o psíquica de la victima.

39. Se le obliga a realizar trabajos peligrosos o especialmente nocivos para la salud

40. Se lo amenaza físicamente

41. Se agrede físicamente a la victima, pero sin gravedad a titulo de advertencia

42. Se lo agrede físicamente, pero sin contenerse.

43. Se le ocasionan voluntariamente gastos con intención de perjudicar a la victima

44. Se le ocasionan desperfectos en su puesto de trabajo o en su domicilio

45. Se agrede sexualmente a la victima

Para continuar con la descripción de las condiciones microestructurales y situarnos en nuestro medio laboral, tanto en el sector publico como en el privado se consideraran diversos puntos que contemplan los aspectos organizativos, el contenido de las tareas, los modos de gestión y el modo de contratación.

Ingreso de personal de enfermería.

Habitualmente el modo de ingreso a una Institución de salud esta establecido en El Orden y no es por un sistema de selección o concurso real, predomina en tales circunstancias el nepotismo, el clientelismo político o sindical y el amiguismo.
En ocasiones de aperturas de concurso, las condiciones son realizadas a medida para favorecer a tal o cual persona, sobre todo en los casos en que se selecciona personal jerárquico. Las consecuencias de este modo de selección de personal es que ingresan a trabajar futuros testigos mudos de las situaciones de acoso psicológico, puesto que “deben” su puesto de trabajo a favores de terceros.

El docente-supervisor.

Otra modalidad de disciplinamiento tendiente a mantener el orden, lo constituyen los casos de contratación de supervisores de enfermería que también cumplen la función docente, ante los ex-alumnos el antiguo docente ahora supervisor genera una posición de dominación por que El todo lo sabe, y ante quien los ahora enfermeros adoptan una posición de sumisión ante el antiguo profesor.

Los claustros enfermeros.

Una situación de violencia laboral concreta la constituye la ejercida contra los auxiliares de enfermería que realizan la profesionalización de enfermería en la Universidad Maimónides, se ha creado en determinados ámbitos de conducción enfermera el mito de que existen esporádicamente avisos publicados en prestigiosos diarios que solicitan enfermeros universitarios o profesionales especificando: “egresados Maimónides abstenerse”.

Sin que las autoridades de las ONG de Enfermería salgan al cruce de tamaña situación de violencia y discriminación. Los orígenes de este tipo de violencia en ámbito laboral son indudablemente políticos y económicos por parte de quienes detentan el poder en otras Universidades que se autodenominan ser mejores y sostienen de este modo el modelo de dominación. De este modo se ha intentado crear la subjetividad en el circulo enfermero que “ser egresado de la Maimónides es mala palabra” e incluso que “el titulo no sirve”. Y sostienen estas afirmaciones supuestas deficiencias en los contenidos curriculares de la enseñanza que en esta casa de estudios se imparte, o que los “títulos se regalan”.

El poder enfermero.

El colectivo enfermero sostiene en su subjetividad que “si sos bueno y obediente podes perdurar en el trabajo”, y que de igual manera “haciendo lo que te dicen”, “te ganas a los jefes y supervisores”. Siendo la relación laboral de dominación / sumisión para que se mantenga El Orden Dominante. El poder lo detentan los administradores, los directivos médicos, los gerentes, los jefes de departamento de enfermería y unos cuantos mas constituido por personal de menor jerarquía que hacen de aliados incondicionales.

Este grupo de trabajadores se convierten en los ojos y oídos de los directivos cuando ellos no están, puede ser un administrativo, un ascensorista, un empleado de seguridad, el mismo dirigente sindical u otro enfermero con intenciones de congraciarse con la jefatura. Rara vez se genera una negociación entre directores, gerentes o jefes de departamento de enfermería y los simples enfermeros.

Suelen mostrarse situaciones de negociación, pero habitualmente son acotadas y ficticias, maquillando la dominación real y pretendiendo recrear un clima organizacional democrático.

Los buenos enfermeros.

Los enfermeros que hacen de su profesión un ejercicio responsable, que buscan continuamente mantener actualizada su formación no encajan con el modelo dominante planteado. La lógica del modelo pretende autómatas que repitan técnicas sin pensar en como mejorarlas y que no cuestionen ni la cantidad ni la calidad de los pacientes a su cargo y los materiales y el tiempo que se asigna para hacer la tarea.

Estos enfermeros, los buenos, son cuestionadores y por eso son objeto de persecución, así que es probable que sean despedidos o que nunca sean promovidos o ascendidos. Sin embargo, el mediocre, que no innova ni cuestiona tiene garantizado su futuro laboral sin mayores sobresaltos. Recreando lo dichos de Onocko:

“…el hospital moderno masacra a sus sujetos. A todos sus sujetos. Y a todos ellos de manera diferente, según su inserción institucional….Las vidas que se juegan día a día en los modernos hospitales no son únicamente la de los pacientes…” 42

Hirigoyen aborda el concepto:

“…En algunos centros de asistencia que se ocupan de gente vulnerable, minusválidos o ancianos, el maltrato de los pacientes está, en ciertos casos, institucionalizado. A los que se les ocurre denunciarlo, puede asegurárseles un futuro de acoso. El que se interpone entra la perversión ambiente y el individuo debilitado se convierte en un blanco seguro….”43

El anhelo de poder.

Dada la subjetividad de los enfermeros referida a la subordinación en el ejercicio de la profesión, es natural y hasta bueno para la salud mental, dejar de estar plenamente sometido a la voluntad de otros, y desear una parte de ese poder detentado asimétricamente por directores, médicos, jefes y supervisores. Pero el modo de obtenerlo, causa otros problemas, porque básicamente el poder se consigue, en las instituciones de salud, con un puesto o cargo de jefatura, pasando a hacer docencia, coordinación o supervisión; de este modo el sujeto enfermero se aleja de estar cuidando a personas que están enfermas y que sienten angustia y dolor.
El colega Errico refiere la existencia de una cierta cultura enfermera; y que esta cultura instalada se ocupa de la descalificación hacia la profesión misma; como cuando se difama al colega con otros colegas o con el mismo paciente, o bien se realizan alianzas con médicos y supervisores para menospreciar a enfermeros de otros turnos, resaltando que existen celos, rivalidad y envidia hacia los enfermeros que se desempeñan bien en sus tareas.


“…para un enfermero no hay peor enemigo que otro enfermero…” 44

Dejar la actividad asistencial es una meta indudable para quienes anhelan poder, sobre todo si recordamos que las relaciones laborales de enfermería tienen un sesgo militarizado; en donde el superior manda y ordena y el de inferior jerarquía debe obedecer.

“…las relaciones de poder son constitutivas de la estructura social de la organización y tienen efectos sobre la constitución del mundo interno del sujeto…” 45

La verticalidad.

Es posible inferir que en la enfermería la dominación ha estado siempre presente, dado que la vocación ha sido tomada y cultivada con sentido alienante y despersonalizante (“todo por el paciente” - incluida mi salud). La formación de los enfermeros se inicio en nuestro país a manos de médicos, a la sombra del Modelo Medico Hegemónico y del control social de la enfermedad a través de la “medicalización de la salud”. En la actualidad, la formación de los enfermeros esta en manos de enfermeros, pero los dueños “reales” de las instituciones continúan siendo corporaciones medicas; y este hecho es percibido por la subjetividad social como que el poder en salud lo poseen los médicos. Desde esta misma perspectiva la enfermería aun se presenta como una disciplina secundaria dependiente del poder medico.

“…el orden de la organización es un orden represivo. De allí su naturaleza prevalentemente autocrática en lo referente a las relaciones entre sus integrantes…existe por lo tanto una brecha entre el ideal democrático que alienta la sociedad en su conjunto y lo que sucede en la vida de las organizaciones. Es necesario reflexionar mas profundamente sobre el significado de esta brecha y

sus efectos en la estructura social y el mundo interno de los sujetos…” 46

En el mundo real de los sujetos enfermeros que trabajan, la desobediencia a las órdenes de un superior, suele tener represalias como consecuencia directa, puesto que atenta contra el orden establecido y el castigo debe ser ejemplificador para que otros se disciplinen a partir de él. El castigo va desde una simple sanción disciplinaria hasta el acoso psicológico con el uso de todo un aparato montado al efecto. Por lo tanto es posible decir que el acoso psicológico se enseña y se aprende.

“…el acoso psicológico se enseña y se aprende, pero para poder actuar así y tener éxito hay que tener madera…” 47

El enfermero recientemente egresado en su primer trabajo “debe pagar el derecho de piso”, la excusa para mantener esta practica es simplemente “que siempre fue así”. Es entonces, que al menor cambio que se produce en el ambiente laboral, como el ingreso de un enfermero nuevo, representa una amenaza al orden establecido de las cosas; por lo tanto quienes se sienten amenazados avasallan al nuevo con la autoridad que les da la antigüedad en el puesto. Esta situación es alentada por los responsables de los distintos niveles jerárquicos de la institución.48

Ser jefe.

Los enfermeros que acceden a un cargo jerárquico, suelen hacer uso de un arsenal de acoso entre sus subordinados. Rápidamente se buscan cómplices, se identifican a las posibles victimas y se busca la manera de neutralizar a los testigos, de enmudecerlos. Lo más frecuente para obtener adeptos a la jefatura es negociar los días francos, o la autorización para realizar horas extras; de este modo se consiguen adeptos: un trabajador que no va a defender a su compañero en situación de acoso psicológico.

Como contrapartida los enfermeros que cumplen funciones jerárquicas pero no acosan a sus colegas a cargo, suelen ser acosados por los otros enfermeros que cumplen funciones de jefes o supervisores dentro de la misma institución o por la Dirección49, y hasta en ciertas ocasiones por los propios enfermeros rasos.

Una de las herramientas utilizadas es la manipulación maliciosa del derecho de usuario / cliente como mecanismo de acoso. En esta modalidad de hostigamiento, se utiliza a los pacientes, familiares o allegados para que formulen quejas contra un enfermero determinado. No importa si la queja corresponde o no, o si es responsabilidad del enfermero la supuesta falta. Incluso suelen inventarse situaciones y se juega con la buena fe de los usuarios.
El objetivo es conseguir una queja escrita, que luego se utiliza para crear precedentes y poder sancionar a la victima. En muchos casos, sirve para constituir un despido con causa, sin indemnización, a un enfermero, que quizás sea inocente.


Las modalidades de contratación.

Los autores han tomado en cuenta que los enfermeros al iniciar una relación laboral se enfrentan a la co-existencia de más de 1000 escalafones y categorizaciones en la República Argentina50 o sistemas de empleo diferentes teniendo en cuenta las dependencias públicas y privadas. En el ámbito público las instituciones de salud pueden ser: nacionales, dependientes de entes mixtos de administración, provinciales o bien responder a cada Estatuto municipal.

En el ámbito privado las instituciones de salud pueden ser: cooperativas, empresas multinacionales, mutuales de obras sociales, hospitales privados de comunidades y otras organizaciones privadas.


Se puede decir que, en los hechos de una contraprestación laboral los enfermeros cumplen la misma función o tarea y que esta relación laboral se modifica por la forma en que el empleador contrata y categoriza al trabajador enfermero; es decir que independientemente de quien sea el empleador el tipo de contratación genera desigualdades, contradiciendo evidentemente a lo enunciado en nuestra Constitución, que expresa en el Articulo 14bis:

“… el trabajo en sus diversas formas gozara de la protección de las leyes, las que aseguraran al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor…retribución justa….igual remuneración por igual tarea…colaboración en la dirección…protección contra el despido arbitrario….”

El Artículo 16 refuerza diciendo:

“…La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que su idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas publicas…”

Otras de las irregularidades que se presentan en la relación laboral de los enfermeros son:

•El desvió de fondos destinados a capacitación. “Becas” para el pago de salarios encubriendo una modalidad de contratación precarizada; de esta manera los “becarios” no están estudiando ni especializándose sino que están trabajando. Las becas no contemplan aportes jubilatorios, ni de obra social ni el seguro de vida obligatorio.51

•Enfermeros contratados como trabajadores autónomos, aun cuando la naturaleza de su prestación no condice con la condición de autónomo. Con esta modalidad de contratación el empleador evade sus responsabilidades sociales, jurídicas y previsionales, que quedan a cargo del enfermero disminuyendo aun más el salario real percibido.

Ley del ejercicio de la profesión enfermera.

La enfermería tiene su propia Ley del Ejercicio Profesional sancionada el 26 de septiembre ; promulgada el 23 de octubre y publicada el 28 de octubre de 1991: la Ley 24004, reglamentada por el Decreto Nacional Nº 2497, dictado el 9 de diciembre y publicado en el Boletín Oficial el 16 de diciembre de 1993. Sin embargo se produce en todo el territorio nacional abierta violación a esta norma jurídica, en por lo menos los siguientes artículos

•Articulo 4. los que actuaren fuera de cada uno de los niveles a que se refiere el Artículo 3º52 de la presente Ley serán pasibles de las sanciones impuestas por esta Ley, sin perjuicio de las que correspondieran por aplicación de las disposiciones del Código Penal, (los auxiliares de enfermería realizan acciones privativas de los enfermeros profesionales).

Son escasos los centros donde se respeta las incumbencias de cada titulo habilitante. En los casos que auxiliares de enfermería cuyos supuestos actos causaren daño, lesión o muerte; ellos enfrentaran las acusaciones penales53 sin que los jefes, supervisores y directores médicos sean implicados como responsables, de igual modo la institución no ampara a quien contrato para realizar tareas o funciones, que a sabiendas escapaban a sus competencias e incumbencias.


Articulo 11. In fine, “particularmente les esta prohibido a los profesionales enfermeros actuar bajo relación de dependencia técnica o profesional de quienes solo estén habilitados para ejercer la enfermería en el nivel de auxiliar”; situación aun muy frecuente en hospitales y sanatorios de diferentes localidades del país.

Articulo 24.”…a los efectos de la aplicación de normas vigentes qué, para resguardo de la salud física o psíquica, establecen especiales regimenes de reducción horaria, licencias, jubilación, condiciones de trabajo y/o provisión de elementos de protección, considérense insalubres las siguientes tareas de enfermería…”

En contraste, la realidad demuestra que son pocas las instituciones que realizan reducción horaria; así como muy escasas las jurisdicciones que otorgan licencias especiales por insalubridad, y solo es posible acceder a la jubilación especial por régimen especifico procedimiento a cargo del propio interesado, no configurando un procedimiento rutinario; las condiciones y medio ambiente de trabajo en los hospitales públicos y privados son deplorables; la provisión de elementos de protección se da para la bioseguridad; cuando es hartamente sabido que estos elementos no resultan adecuados para la protección de agentes fisicoquímicos, manejo de citostáticos, agentes radiactivos y otras sustancias de uso habitual en el ámbito de la salud; y que sobre todo no protegen a sus trabajadores contra los riesgos psicosociales.54

Nombramiento de no idóneos en cargos directivos o de gran responsabilidad.

Es frecuente en hospitales de municipios, en hospitales del interior del país y en pequeños y medianos sanatorios el nombramiento de no idóneos en puestos jerárquicos o de gran responsabilidad. En estos casos la aparición de enfermeros capaces debidamente acreditados precipita inevitablemente el acoso psicológico del no idóneo hacia quien esta formado, y el conflicto se instala, por que preguntarse:

“… ¿Cómo voy a tener bajo mi supervisón o jefatura a una persona que posea mayor formación que yo?...” 55

Ausencia del obligado pronunciamiento administrativo.

Es sabido que la vía formal para comunicarse en las instituciones es la nota escrita; así es posible comunicar fehacientemente un mensaje. Sin embargo, frente a reclamos o recursos presentados por los trabajadores enfermeros, es una en practica común el “cajoneo” de notas; se emiten respuestas verbales en lugar de hacerlas escritas. Los enfermeros que reclaman sobre situaciones de condiciones de trabajo o mejoras salariales son candidatos al acoso.

Infrautilizaron de capacidades individuales.

Es frecuente encontrar enfermeros con formación universitaria y de de postgrado sin la debida utilización de sus capacidades por parte de la Institución, y se los relega a funciones de menor categoría, a los efectos de mantener las cosas así y nunca modificar nada.

Hacinamiento laboral y condiciones y medio ambiente de trabajo degradantes.

Aun en los más modernos hospitales y sanatorios es llamativa la inexistencia de salas de estar para los enfermeros; así también los baños para uso exclusivo del personal; la falta de sillas con respaldo, entre otras carencias. Pensar en vestuarios y duchas con agua fría y caliente es una utopía, piense el lector que los enfermeros están en contacto con los fluidos corporales de los pacientes por lo cual seria correcto suponer que es necesario muchas veces cambiarse la ropa y ducharse antes de irse a casa.

Los enfermeros tampoco son considerados como personas que ingieren líquidos y alimentos por lo tanto esto se hace frente al público, lo que da la idea a la opinión pública de que “siempre están sentados tomando mate”.


Ha tenido repercusión periodística (caso Hospital Garrahan) el hecho que por las altas temperaturas veraniegas “se noto” la falta de aire acondicionado en unidades de cuidados críticos; lo que los autores han considerado en llamar: violencia térmica en el lugar de trabajo.

Para el lector desprevenido puede parecer exagerado renombrar así este fenómeno, pero quienes son cotidianas victimas resignadas de las temperaturas extremas en los lugares de trabajo saben de qué se trata.

Este tipo de violencia, se da tanto en verano como en invierno. En verano apenas existen obsoletos ventiladores, que no alcanzan a disminuir el disconfort y el esfuerzo físico de trabajar con altas temperaturas. En invierno, los enfermeros, se visten como si trabajaran a la intemperie para paliar el frío y compran de su bolsillo estufas eléctricas. Las estufas eléctricas recargan aun más las precarias instalaciones, que han dado origen a más de un “accidente de trabajo” por descargas eléctricas y hasta algún que otro incendio.


Carencia y mobiliarios inadecuados, útiles y soportes materiales básicos para la realización del trabajo.

En algún momento es posible detectar que se registran en todas las instituciones de salud falta de insumos para realizar el cuidado a los pacientes.
La utilización de materiales y útiles que no son adecuados para la función que deben cumplir. Es frecuente encontrar que los muebles que usa el paciente están deteriorados; más aun los que deben utilizar los enfermeros (sillas, mesas, armarios de depósito, carros para el transporte de objetos pesados, etc.)



42 Onocko Campos R. Humano, demasiado humano: Un abordaje del mal-estar en la institución hospitalaria. Salud Colectiva. Editorial Lugar. Buenos Aires. 2004.

43 Hirigoyen, Ma. F. El Acoso Moral en el Trabajo. Distinguir lo verdadero de lo falso. Paidós. Buenos Aires. 2001.

44 Errico N. Ser Enfermero. Editorial El Escriba. Buenos Aires. 2007. Pág. 83

45 Schvarstein L. Psicología Social de las Organizaciones. Paidós. 2002

46 Schvarstein L Ob. Cit.

47 Edreira Mª. J. Fenomenologia del acoso moral. Logos. Anales del Seminario de Metafísica. 36 131-151. 2003

48 Durante S. Claves para pensar la enfermería, un proyección para la disciplina. Editorial El Uapiti. Buenos Aires. 2005.

49 Recordemos el caso del enfermero Miguel Abelans en el Hospital Garrahan, que fue acosado por denunciar las malas condiciones en las que eran atendidos los niños. Ver http://abelans.zoomblog.com

50 Esta cifra que parece exagerada surge de suponer que cada municipio cuenta con su Secretaria de Salud, Scialpi menciona que solo en la administración publica nacional existen 64 escalafones diferentes

51 Hay hospitales provinciales en el conurbano bonaerense que tienen hasta un 80% del personal de enfermería “contratado” bajo el sistema de becas.

52 El Artículo 3 hace mención a la existencia de 2 niveles para el ejercicio profesional: nivel profesional y nivel auxiliar de enfermería.

53 Recordar el proceso penal al auxiliar de enfermería Juan Cativa, quien administro casi media ampolla intramuscular de Yectafer Adulterado, en Cincos Saltos, Río Negro; caso de amplia repercusión en el Ámbito Nacional e Internacional de la Enfermería.

54 Domínguez L. Factores de riesgo psicosociales al que esta expuesto el personal hospitalario, que trabaja los días sábado, domingos y feriados. Hospital Posadas. 2006

55 Durante S. Ob. Cit.


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